sábado, 26 de noviembre de 2016

Si Jesús dice que vendrá, ... (Adviento 1 A 2017)

Mateo 24:37-44

37 »Como sucedió en tiempos de Noé, así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. 38 En aquellos tiempos antes del diluvio, y hasta el día en que Noé entró en la barca, la gente comía y bebía y se casaba. 39 Pero cuando menos lo esperaban, vino el diluvio y se los llevó a todos. Así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. 40 En aquel momento, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado. 41 De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra será dejada.
42 »Manténganse ustedes despiertos, porque no saben qué día va a venir su Señor. 43 Pero sepan esto, que si el dueño de una casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. 44 Por eso, ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.

martes, 22 de noviembre de 2016

Lucas 23:35-43

35Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido.»36También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre37y le decían: «Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!»38Había encima de él una inscripción: «Este es el Rey de los judíos.»39Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!»40Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena?41Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho.»42Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.»43Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.»

sábado, 12 de noviembre de 2016

Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario – Ciclo C (Lucas 21, 5-19) – 13 de noviembre de 2016


Lucas 21:5-19
Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas votivas que lo adornaban. Jesús dijo:
—Vendrán días en que de todo esto que ustedes están viendo no quedará ni una piedra sobre otra. Todo será destruido.
Entonces le preguntaron:
—Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto? ¿Cuál será la señal de que estas cosas ya están a punto de suceder?
Jesús contestó:
—Tengan cuidado para no dejarse engañar. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: “Yo soy”, y “Ahora es el tiempo.” Pero ustedes no los sigan.Y cuando tengan noticias de guerras y revoluciones, no se asusten, pues esto tiene que ocurrir primero; sin embargo, aún no habrá llegado el fin.
10 Siguió diciéndoles:
—Una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro. 11 Habrá grandes terremotos, y hambres y enfermedades en diferentes lugares, y en el cielo se verán cosas espantosas y grandes señales.
12 »Pero antes de esto, a ustedes les echarán mano y los perseguirán. Los llevarán a juzgar en las sinagogas, los meterán en la cárcel y los presentarán ante reyes y gobernadores por causa mía. 13 Así tendrán oportunidad de dar testimonio de mí. 14 Háganse el propósito de no preparar de antemano su defensa, 15 porque yo les daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de sus enemigos podrá resistirlos ni contradecirlos en nada. 16 Pero ustedes serán traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigos. A algunos de ustedes los matarán, 17 y todo el mundo los odiará por causa mía;18 pero no se perderá ni un cabello de su cabeza. 19 ¡Manténganse firmes, para poder salvarse!


domingo, 6 de noviembre de 2016

Domingo - 32 Tiempo ordinario - C (Lucas 20,27-38) 06 de noviembre 2016

Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: «Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?»
Jesús les respondió:
«En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Porque Él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; pues todos viven para él. Al oír esto la gente se maravillaba de su doctrina. Pero los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo…» (Lc 20, 27-38).