Ciclo B (Marcos 1, 14-20) – 25 de enero de 2015
14Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:15«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.»16Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores.17Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.»18Al instante, dejando las redes, le siguieron.19Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes;20y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.
REFLEXIONES:
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sábado, 24 de enero de 2015
Ciclo B (Marcos 1, 14-20) – 25 de enero de 2015
sábado, 17 de enero de 2015
Los primeros discípulos de Jesús
Ciclo B (Juan 1, 35-42) – 18 de enero de 2015
Al día siguiente estaba Juan con dos de sus discípulos. Viendo pasar a Jesús, dijo: ---Ahí está el Cordero de Dios. Los discípulos, al oírlo hablar así siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les dijo: ---¿Qué buscáis? Respondieron: ---Rabí --que significa maestro--, ¿dónde vives? Les dijo: ---Venid y ved. Fueron, pues, vieron dónde residía y se quedaron con él aquel día. Eran las cuatro de la tarde. Uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro.Encuentra primero a su hermano Simón y le dice: ---Hemos encontrado al Mesías --que traducido significa Cristo--. Y lo condujo a Jesús. Jesús lo miró y dijo: ---Tú eres Simón, hijo de Juan; te llamarás Cefas --que significa Pedro--.
REFLEXIONES:
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sábado, 10 de enero de 2015
BAUTISMO DEL SEÑOR
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domingo, 4 de enero de 2015
Epifanía del Señor
Epifanía del Señor – Ciclo B (Mateo 2,
1-12) – 4 de enero
de 2015
2 Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en
el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén
unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, 2 y
preguntaron:
—¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su
estrella y hemos venido a adorarlo.
3 El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto,
y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. 4 Mandó
el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y
les preguntó dónde había de nacer el Mesías. 5 Ellos
le dijeron:
—En Belén de
Judea; porque así lo escribió el profeta: 6 “En cuanto a
ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de esa
tierra; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.”
7 Entonces
Herodes llamó en secreto a los sabios, y se informó por ellos del tiempo exacto
en que había aparecido la estrella. 8 Luego los
mandó a Belén, y les dijo:
—Vayan allá, y
averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño; y cuando lo encuentren,
avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje.
9 Con estas indicaciones del rey, los sabios se
fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que
por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. 10 Cuando
los sabios vieron la estrella, se alegraron mucho.11 Luego
entraron en la casa, y vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose le
rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. 12 Después,
advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron
a su tierra por otro camino.
13 Cuando ya los sabios se habían ido, un ángel
del Señor se le apareció en sueños a José, y le dijo: «Levántate, toma al niño
y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque
Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
14 José se levantó, tomó al niño y a su madre, y
salió con ellos de noche camino de Egipto, 15 donde
estuvieron hasta que murió Herodes. Esto sucedió para que se cumpliera lo que
el Señor había dicho por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi Hijo.»
16 Al darse cuenta Herodes de que aquellos
sabios lo habían engañado, se llenó de ira y mandó matar a todos los niños de
dos años para abajo que vivían en Belén y sus alrededores, de acuerdo con el
tiempo que le habían dicho los sabios. 17 Así se
cumplió lo escrito por el profeta Jeremías: 18 «Se oyó
una voz en Ramá, llantos y grandes lamentos. Era Raquel, que lloraba por sus
hijos y no quería ser consolada porque ya estaban muertos.»
19 Pero después que murió Herodes, un ángel del
Señor se le apareció en sueños a José, en Egipto, y le dijo: 20 «Levántate,
toma contigo al niño y a su madre, y regresa a Israel, porque ya han muerto los
que querían matar al niño.»
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